lunes, 14 de junio de 2010

Ideas para una definición de Currículo.

El currículo desde nuestro punto de vista, es el resultado complejo de la confrontación de un conjuntos de necesidades filosóficas, técnicas, sociales, psicológicas, profesionales, debatidas por una estructura social (nacional, comunal, académica, escolar, etc.) para buscar la formación de un individuo capaz de cubrirlas al finalizar su proceso educativo.

Una definición de currículo debe indicar la teoría y la orientación que le sirven de base; la postura filosófica, sociológica, epistemológica, psicológica en que se fundamenta; y adecuarse al entorno social, legal, cultural y político que lo envuelve.

En la elaboración del currículo, los creadores deben considerar los objetivos de éste, establecido por las capacidades y competencias que debe poseer el individuo egresado bajo este programa curricular (perfil del egresado), y las técnicas y mecanismos para lograr este perfil, bajo un entorno cultural y social determinado. Esto supone la inclusión de un complejo sistema de variables a ser tomados en cuenta por los diseñadores curriculares.

La postura principal a establecer en el diseño curricular es la postura filosófica. Esta fijará las bases de la formación del individuo, ya que en ella radica la definición del tipo de ser humano que se quiere formar, sus valores políticos y axiológicos, su razón ontológica y el valor de su cultura y su sociedad para él. Los modelos de aprendizaje, las concepciones o enfoques en los que se orienta el currículo y los modelos didácticos, andragógicos y pedagógicos, se convierten en los elementos que van a brindarle funcionalidad a ese currículum para buscar el resultado planteado en el fundamento filosófico.

Es importante que el currículo considere los niveles de acción que él implica. El currículo se diseña en una primera esfera macro (generalmente a nivel nacional a través del ministerio de educación u oficina nacional de currículum) en la cual se define según los fundamentos y criterios establecidos en este estrato. El segundo nivel del currículum está determinado en la institución y sus autoridades, que le dan el nivel de planificación y ejecución, según lo emanado del nivel macro. En tercer lugar, el currículo se posa sobre el nivel de planificación diario, el áulico, el del docente; quien se transforma en la encarnación de la aplicación del diseño curricular.

La importancia en cuanto a la alineación de los niveles meso y micro con el macro, es fundamental cuando se quiere lograr un individuo egresado bajo los fundamentos filosóficos establecidos en el nivel macro. El docente, los estudiantes y sobre todo su relación, se vuelven la base para el cumplimiento de los objetivos planificados; por lo tanto, los participantes deben comprender perfectamente el principio filosófico que se busca con la enseñanza y el aprendizaje. El nivel macro envía información constante al aula a través de la institución, pero de igual manera, el docente a través de la institución, debe alimentar de datos e ideas a los niveles meso y macro que les serán útiles para adaptarse a los posibles cambios en la necesidades del currículo.

Currículo formal, oculto y nulo.

Las discusiones de los equipos de constitución y diseño curricular, generan una estructura o cuerpo del currículo resultante, que será aplicado en el respectivo programa de formación. Éste currículo es conocido como currículo formal y refleja (o debe reflejar) lo esencial en que debe prepararse el aprendiz, para cumplir el perfil establecido.

Otro cuerpo de materias, luego de la discusión, fueron dejadas de lado por los diseñadores, al no ser consideradas como “esenciales” o por haber cubierto la cuota de horas académicas, créditos académicos o alguna otra limitante; sin embargo, este currículo no incluido, llamado currículo nulo, contiene asignaturas de alto valor estratégico y académico.

En tercer lugar, el conjunto de aprendizajes en el aula y en la institución, que ayudan al cumplimiento de los objetivos sin estar definidos dentro del currículum como tal, se conocen como currículo oculto. Estos se derivan del hecho del aula como escenario para la convivencia, de la institución como hecho social, de interrelaciones humanas únicas y primeras, y de la articulación de esas enseñanzas con los objetivos propuestos en el currículo formal.

El objetivo o el perfil incorporan el cuerpo de materias que definirá estos currículos, tanto el formal (compuesto por las materias “ganadoras” del concurso de diseñadores), el nulo (o las materias excluidas) y el oculto (que son los conocimientos que se hacen presentes como un hecho social). El docente y los estudiantes, pueden incorporar contenidos en los tres currículos: pueden elevar consideraciones para que un ítem sea incorporado al currículo, pueden anular un contenido del currículo formal, pueden pasarse del oculto al nulo y al formal, y viceversa, etc. Esto en función de las necesidades que requieran ser cubiertas en el ámbito del proceso enseñanza-aprendizaje.

Fundamentos del currículo.

Los fundamentos del currículo son el conjunto de teorías o enfoques que le dan soporte y que deben considerarse en su definición. Estos fundamentos son del orden filosófico (axiológico, ontológico), epistemológico, sociológico, pedagógico (o andragógico), psicológico, legal, etc.

La relación de estos fundamentos es lo que garantizará la coherencia del curriculum en pro de los objetivos planteados. La postura filosófica, los valores y su definición en el individuo a formar, no pueden estar desvinculados, de la postura que define el comportamiento de éste en la sociedad, ni del tipo de sociedad que se quiere conformar; no puede poseer una postura hacia la ciencia contradictoria con su filosofía de ser humano. Las técnicas, los mecanismos, los métodos y las teorías de enseñanza-aprendizaje deben estar en consonancia con el resto de estos fundamentos, con el perfil psicológico del individuo y su conjunto, si se quiere obtener el resultado a través del currículo, de los objetivos planteados.

Componentes del currículo.

Los componentes del currículo son su base y sus fundamentos, el perfil del egresado y el plan de estudios. La base del currículo surge de la necesidad social, del tipo de formación y sus características para un entorno definido y variante a la vez. Esta base se enmarca en una corriente filosófica que le servirá de fundamento y se desarrollará con las teorías del tipo social, epistemológico, sociológico, psicológico y pedagógico, para nutrir las raíces y los propósitos en la elaboración de curriculum.

Sin embargo, la generación de un perfil de formación (o del egresado) será determinante para el encuadre del currículum dentro de un enfoque sociológico, epistemológico y pedagógico definido. Este perfil del egresado se origina debido a las expectativas del componente inicial del currículo (su base) en el entorno social definido, y orienta a los diseñadores curriculares en cuanto a las corrientes a incorporar según estas exigencias de individuo y sociedad, y canaliza en cuanto a las corrientes técnicas y metodológicas a incorporar en el programa de desarrollo del currículo. Esto se desglosa en el conjunto de materias a cursar por el aprendiz, su plan de estudio, el cual se estructura y ordena con alta precisión, guardando relación directa con la base y los fundamentos del currículo.

Engel Salazar Aguirre.
Junio de 2010.